5/8/07

Introducción


La presente investigación acerca de uno de los más grandes movimientos tales como la migración, intenta dar un panorama general de las principales características de estos fenómenos.


El tratamiento de los conceptos se realiza primeramente en forma aislada para luego dar inicio a una perspectiva histórica de los movimientos migratorios en un contexto determinado, en América Latina y el Caribe y con especial atención en Chile, llegando a la situación actual en que estos se encuentran, considerando los datos que se han podido recopilar de diversas fuentes.


El tema central del estudio se encamina a, con los antecedentes entregados, hacer un análisis en cuanto a las consecuencias e implicancias de este fenómeno en las sociedades y en las personas, pues sabemos que, quienes emigran no son cifras, sino personas que merecen respeto y una vida con dignidad.

Movimientos migratorios dentro de América Latina y el Caribe



Cifras generales


Según los datos censales sobre totales migratorios acumulados de que dispone el CELADE - División de Población de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), en los últimos años el número de migrantes latinoamericanos y caribeños ha experimentado un incremento considerable, habiendo pasado de un total estimado de más de 21 millones de personas en el 2000 a casi 25 millones hacia el 2005. Esto quiere decir que constituyen una proporción superior al 13% de los migrantes internacionales en el mundo.


Es importante mencionar que muchos países latinoamericanos tienen más de medio millón de nacionales en el exterior y varias naciones caribeñas tienen más de un 20% de su población en el exterior.

Migración externa

Estados Unidos es el destino preferente de la mayoría de los emigrantes de la región, y a la fecha alberga a 18 millones, más de la mitad del total de personas que ha emigrado a ese país. Junto con sus descendientes nacidos en Estados Unidos, los latinoamericanos y caribeños constituyen la minoría más numerosa del país.


La comunidad "latina" es un grupo heterogéneo tanto en términos sociales como económicos, con grandes diferencias de origen nacional y étnico, distribución territorial, grado de indocumentación, integración social, inserción laboral y nivel de organización. Lo que tienen en común sus integrantes son los fuertes lazos que mantienen con los países de origen. Prácticamente la mitad de los latinoamericanos y caribeños vive como indocumentados en los Estados Unidos.


Simultáneamente, se observa una ampliación y diversificación de los países de destino. Los factores de expulsión, la demanda de trabajadores especializados y la aparición de redes sociales (que en algunos casos se suman a los vínculos históricos) explican que en los años noventa y los primeros cinco años del presente siglo hayan ido aumentado las corrientes de latinoamericanos hacia Europa (sobre todo a España), Japón y Canadá. Alrededor de 2000, un total estimado de cerca de 3 millones de latinoamericanos y caribeños había abandonado la región y residía en distintos países fuera de Estados Unidos. España es el segundo destino de la emigración regional y en 2004 reunía a 1,2 millones de personas, contingente que sigue creciendo y representa casi la mitad de los extranjeros que han ingresado a ese país desde el año 2000.

Migración interna

Se observa además la vigencia de la migración intrarregional, que conserva algunos de sus rasgos tradicionales —dado que los principales países de destino siguen siendo Argentina, Costa Rica y la República Bolivariana de Venezuela— y simultáneamente ha registrado cambios, pues hay países que combinan su condición de receptores con la de emisores, de tránsito y retorno; tal es el caso de varios Estados insulares del Caribe, México, los países del Istmo Centroamericano y algunos del Cono Sur.


A comienzos del actual decenio, los migrantes intrarregionales sumaban cerca de 3 millones de personas, que se desplazaban fundamentalmente entre países fronterizos o cercanos, lo que coincide con las iniciativas destinadas a facilitar la movilidad en el ámbito de la Comunidad del Caribe (CARICOM), el Mercosur y la Comunidad Andina. En Centroamérica los avances han sido más lentos, aunque también hay interés por reducir las restricciones a la movilidad dentro de esa subregión.


Mujer y Migración Internacional

La migración internacional en América Latina y el Caribe tiene un sello que la distingue de la de otras regiones: la creciente participación de las mujeres y su mayoría porcentual en numerosos flujos, sobre todo en los más recientes. Las tendencias de la participación femenina conllevan alteraciones cualitativas en los significados y consecuencias de la migración internacional.


Estas tendencias se identifican en varias corrientes intrarregionales, en las de sudamericanos hacia los Estados Unidos y Canadá y, especialmente, en las dirigidas a Europa. La composición de los flujos según género tiene una estrecha relación con el grado de complementariedad entre los mercados de trabajo de los países, la demanda laboral en actividades de servicios, los efectos de las redes y las modalidades de la reunificación familiar.


La migración intrarregional en América Latina y el Caribe presenta, además de la feminización de los flujos, una mayor concentración en zonas urbanas, un aumento de la migración de personal calificado entre países y una menor incidencia de carencias habitacionales entre los inmigrantes nacidos en la región en comparación con los nacionales de los países de destino.


Pero tal vez lo más llamativo sea el alto porcentaje de migrantes ocupadas como trabajadoras del hogar (27%), lo que significa que se está generando un mercado transnacional de mano de obra constituido por redes de mujeres que prestan servicios de trabajo doméstico y desempeñan otras ocupaciones que muestran que el mercado de trabajo, para suplir su demanda de mano de obra flexible y barata, hace uso de identidades laborales construidas a partir de las relaciones de género.

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